sábado, 7 de marzo de 2020

EJEMPLO Fundamentación teórica del proyecto



Vargas (2003, p.37-38), plantea que “el niño y la niña entienden el lenguaje antes de aprender a hablar, pero la capacidad para comunicarse es lo que le da profundidad a esta comprensión. Ellos y ellas aprenden a comunicarse, en primer lugar, con una sola palabra o idea, más tarde, a medida que aumenta su experiencia con el lenguaje y su interacción con el entorno van aprendiendo a relacionarse y comunicarse a niveles más complejos y con ideas más profundas. El niño y la niña aprenden sobre sí mismos y sobre lo que les rodea por medio del lenguaje. Ponen a prueba sus ideas, expresan sus preocupaciones, aprenden sobre su entorno, emprenden actividades, aprenden normas sociales y se comunican con los adultos, niñas y niños de su edad".

 De acuerdo a lo planteado por Vargas es de vital importancia conocer la forma en que el niño aprende, pues solo así lograremos que éste adquiera la conciencia fonológica, lo que le ayudará en su adquisición de la lectoescritura.

McLaughlin y Fisher (2002), citados por Borrero (2008, p.143), dicen que “el objetivo esencial de la enseñanza de la conciencia fonológica es ayudar al niño a prestar atención a los fonemas de la lengua para que se haga consciente de la naturaleza segmentada del lenguaje. Usualmente al hablar pronunciamos entre 125 y 180 palabras en un minuto sin señal acústica de cuándo comienza o termina una palabra, porque el lenguaje oral es articulado, sabemos cómo dividir una oración en palabras por su significado y la gramática." Vemos que si el alumno aprende los sonidos de las letras se les hará más fácil saber su significado gramatical.

Entre los procesos que se deben llevar a cabo en la estimulación para el desarrollo de la conciencia fonológica están los siguientes, descritos por El Pequeño Larousse (2012, p. 604, 788, 899, 300,589). Rimar: es componer en versos, ser una voz asonante o consonante de otra. Así mismo dice que Invertir es cambiar completamente el sentido u orden de las cosas. Descubrir, es encontrar lo que estaba ignorado o escondido. Comparar, es examinar las semejanzas y las diferencias que hay entre las personas y las cosas. Manipular, es operar con las manos o con un instrumento, intervenir con medios hábiles para distorsionar la realidad al servicio de intereses particulares. El equipo entiende que estos conceptos son fundamentales para entender cómo el alumno puede aprender a hacer la relación sonoro gráfica.

Signorini (2000, p.124) dice que la conciencia “fonológica se desarrolla gradualmente y en etapas predecibles. Al principio es más fácil para el niño identificar palabras que riman, al poner atención a los sonidos en la terminación de las palabras. Posteriormente puede identificar las sílabas y finalmente los fonemas individuales que constituyen las palabras. Cuando se planea una sesión de conciencia fonológica se debe tener en cuenta: la unidad del sonido (palabra, rima, sílaba y fonema) y el tipo de operación que se desea hacer con dicha unidad (segmentación, combinación o manipulación)”.

De igual forma Garrig (2003) citado por Gispert (2010, p. 39), dice que “las habilidades de la conciencia fonológica pueden desarrollarse en los niños desde el inicio de su escolarización en edades comprendidas entre los tres y seis años”. El equipo investigador corrobora lo planteado por Garrig, pues es en los primeros años de escolaridad cuando los alumnos deben adquirir la conciencia fonológica, de no ser así, en los grados posteriores se les hará más difícil al alumnado desarrollarla. En esta misma línea de pensamiento Yopp  (2000), citado por Borrero (2008, p.144), expresa que “la conciencia fonológica es la conciencia de que el habla es un torrente que se compone de sonidos, específicamente de fonemas, la unidad más pequeña de sonidos que hace una diferencia en la comunicación".

Así mismo Cabeza (2000, p.374) sostiene que la conciencia fonológica “es la capacidad del alumnado para reflexionar sobre los segmentos del lenguaje oral, los fonemas, sílabas, palabras y rimas. La conciencia fonológica apoya y favorece la adquisición de la lectoescritura y la instrucción en la misma desarrolla igualmente dicha conciencia”. Los investigadores están de acuerdo con lo dicho por esta autora, puesto que si un alumno puede desarrollar la conciencia fonológica podrá adquirir también la lectoescritura. De ahí que se le dé tanto énfasis a desarrollar dicha conciencia, puesto que con ésta el alumnado podrá apropiarse de manera más rápida y significativa del código escrito.

Márquez (2003, p.152-153) afirma que el término de conciencia fonológica “es usado para referirse al conocimiento consciente de que las palabras están compuestas de varias unidades de sonidos, así como la capacidad para reflexionar y manipular las sub-unidades del lenguaje hablado”. Este autor está en lo cierto cuando habla de conciencia fonológica, porque para poder desarrollar ésta, es fundamental la reflexión en los alumnos y va muy de la mano con lo que propone El MINERD de crear estudiantes pensantes a diferencia de años atrás donde el alumno simplemente copiaba o hacía lo que el maestro decía sin reflexión alguna. Ahora por el contrario debe pensar y reflexionar para poder diferenciar un sonido de otro.

Gispert (2010, p.37-38), consideran que la conciencia fonológica “es la capacidad que permite a una persona analizar que las palabras están constituidas por unidades más elementales y permite operar con ellas”. Estos autores dejan claro que si queremos que un alumno aprenda a leer y escribir es fundamental que primero aprenda los fonemas.

Según Barzone (2009 p. 28),  “la conciencia metalingüística está muy ligada a la conciencia fonológica, ya que ésta se define como la capacidad para reflexionar y manipular los aspectos estructurados del lenguaje hablado”. Continua diciendo que “la adquisición de la habilidad lectora se estimula mediante el desarrollo de la conciencia fonológica a partir de la ejercitación de la capacidad  de identificar palabras y de reconocer la comprensión de las palabras a través de los elementos que la conforman y abarca tres niveles: (conciencia silábica, intrasilábica y fonética)”.

Lo anterior significa la conciencia silábica es la habilidad para segmentar, identificar o manipular conscientemente las sílabas que componen las palabras. Está compuesta por la detección de la rima; aquí la persona se da cuenta de que dos o más palabras terminan con el mismo sonido y en la detección del fonema inicial; la persona se dará cuenta que algunas palabras inician con el mismo sonido.

La conciencia intrasilábica se refiere a la habilidad para segmentar las sílabas en sus componentes intrasilábicos de onset y rimas. Onset es la parte de la sílaba que está constituida por la consonante o bloque de consonantes inicial (flor-fl) el resto es la rima. Esta última se compone de la vocal y la consonante siguiente (flor-or) en la segmentación silábica; la persona separa las palabras por las sílabas que la componen haciendo el conteo de las mismas.

La conciencia fonológica, también denominada fónica o fonológica constituye la habilidad más determinante en el aprendizaje de la lectoescritura y se entiende como la capacidad para manipular los segmentos fonológicos del lenguaje, mediante la comprensión y análisis de las unidades sonoras que constituyen los fonemas. Los investigadores entienden que saber esto es de suma importancia, pues deja claro que no todos los alumnos se van a encontrar en el mismo nivel, unos adquieren la conciencia fonológica más rápido y otros un poco más lento.

Baques y Trenchs (2000, p.67-68), plantean que “en el estudio del lenguaje, hemos de estudiar cuatro aspectos: el fonético y fonológico, el semántico y el morfosintáctico”. La fonética estudia los sonidos tal y como son producidos por el sistema fono-articulador en sentido estricto no se considera una ciencia lingüística, aunque la lingüística deba tenerla presente. Asimismo dicen que la fonología estudia lingüísticamente los elementos fónicos del lenguaje. En la fonación intervienen los órganos; boca, labios y lengua. El equipo corrobora lo dicho por estos autores, porque estos componentes se deben trabajar de la mano si queremos que el alumno además de saber los sonidos y las grafías pueda establecer la relación de éstos.

Por tal razón es que Concil  (2000, p.49), explica que “la conciencia fonológica implica el reconocimiento de los significados de las palabras. Un niño que tiene conciencia fonológica lo demuestra por ejemplo, detectando y produciendo rimas, dividiendo las palabras en sílabas (mo-no) y en componentes más pequeños (m-o-n-o) y juntándolos nuevamente, observando que hay grupos de palabras que empiezan con el mismo sonido”.

Research (200, p. 68), considera que “durante los años anteriores a la educación preescolar, la mayoría de los niños espontáneamente adquieren cierto grado de habilidad para pensar en los sonidos de las palabras, independientemente de su significado, es decir, empiezan a conformar la conciencia fonológica”. Es muy cierto que en la edad preescolar los niños hasta cierto punto adquieren de manera natural la conciencia fonológica, pero no estamos de acuerdo con este autor, puesto que si al alumno esta no se le estimula, difícilmente podrá desarrollar la conciencia fonética y mucho menos establecer la relación sonoro gráfica.

En este mismo orden Miretty (2003, p.48) plantea que “los fonemas son sonidos que cambian el significado de una palabra al ser reemplazados por otros. Primero desarrollan las vocales y luego las consonantes”. Para esta autora el niño o niña alrededor de los cinco años reconoce e interpreta todos los fonemas de su lengua materna, puede representar dificultades en la articulación de algunos fonemas y en la combinación de dos consonantes. Los investigadores están totalmente en desacuerdo con lo dicho anteriormente, debido a que no se pueden enseñar los fonemas por separados o clasificados como ella propone al decir que primero se trabajan las vocales y luego las consonantes, ya que sería fraccionar el conocimiento y eso El MINERD lo desaprueba.

Signorini (2000, p.135) establece que la conciencia fonológica “es la habilidad metalingüística de reflexionar y manipular los rasgos estructurales del habla que se desarrollan en forma separadas y más tardíamente de las habilidades lingüísticas básicas de producir y percibir el habla”. Consideramos que lo planteado por Signorini es válido, ya que el niño o la niña debe escuchar y luego reflexionar para poder desarrollar la conciencia fonológica. De ahí la importancia del sentido del oído para que el alumno puede aprender los fonemas.

Concepción (2009, p.14), nos dice que “la ciencia que estudia los fonemas es la fonología o fonemática y que durante los primeros años de la infancia los niños y las niñas comienzan a formar la conciencia fonológica; éstos adquieren de manera espontánea ciertas habilidades para pensar en los sonidos de la palabras, independientemente de su significado. La conciencia fonológica incluye la asociación fonema-grafema, conciencia de sonidos iniciales y finales (rimas), de sílabas dentro de las palabras y dentro de las frases, además de la conciencia de las reglas de ortografía y caligrafía”. Es muy cierto lo dicho por este autor, pues la relación sonoro gráfica se puede estimular muy bien implementando actividades en el que el alumno tenga que hacer uso de la rima.

En este mismo orden  Borzone (2000, p.137), nos habla de que “en la lengua como la nuestra que utilizan un sistema de escritura alfabético, cuyo principio consiste en representar los fonemas de las palabras a través de las formas gráficas (letras), es de fundamental importancia que los niños descubran ese principio indispensable, que tomen conciencia de que las palabras están formadas por sonidos y gráficas”. Así mismo Adams (2002) citado por Borrero (2008, p.145), dice que la conciencia fonológica “es una habilidad estrictamente auditiva y que es más efectiva cuando se realiza con letras.” Se puede deducir entonces que  existe una relación muy estrecha entro los sonidos y las grafías, de ahí la importancia de trabajar los sonidos y las grafías  juntos y no por separados.

Trabajos de investigación realizados en todas las lenguas que utilizan el alfabeto, inclusive en español muestran que establecer la relación sonoro gráfica facilita el aprendizaje de la lectura y escritura y que las dificultades de aprendizaje están asociadas a la falta de tal capacidad. De ahí la importancia de desarrollar esta habilidad en los alumnos.

Luchetti (2008, p. 21) plantea que la relación sorono gráfica “consiste en entender los sonidos o estructuras fonológicas de las palabras como algo distinto en el significado”. Estamos de acuerdo con lo que Luchetti plantea, pues no se consigue mucho con que el alumno aprenda los sonidos individuales de las letras sino no lo sabe contextualizar, pues cuando lee no lo hace leyendo cada fonema por separado, sino que tiene que leerlos todos a la vez. Así mismo, Zorrilla (2001, p.94-95) dice que la fonología “se encarga del estudio de segmentos (fonemas) y supra segmentos (acentos, entonación)”. La parte de la gramática que estudia los sonidos de la lengua y las formas de articularlos se denomina fonética. Ésta se divide en dos: pronunciación correcta de los sonidos y escritura o representación gráfica de los sonidos de la lengua.

En esta misma dirección Pujato (2009, p.99) afirma que “la conciencia fonológica es el conocimiento de los sonidos que conforman las palabras. Existen dos planteamientos teóricos respecto a este tema, uno que sostiene que la conciencia fonológica mejora el proceso lector y otra que afirma que es la acción de escribir la que permite reflexionar sobre los componentes fonológicos. La comprensión de la correspondencia entre grafema y fonema depende de la forma como los niños y niñas perciben auditivamente los sonidos, dicha comprensión es fundamental para entender el principio alfabético del sistema”.

El equipo considera que ambos planteamientos teóricos son fundamentales, pues van de la mano, ya que si el alumno solo escucha fonemas y no escribe sus grafías no podrá apropiarse del código escrito y viceversa, si solo escribe sin saber los fonemas no podrá producir por sí mismo, sino copiar como un receptor pasivo, lo que también impedirá que se apropie de la lectoescritura. Por eso creemos que la relación sonoro gráfica se debe trabajar una de la mano de la otra y nunca por separado.

González (2010, p.10) expresa que “el fonema es la unidad lingüística más pequeña, aislable comunicable. Es definida como la huella psíquica en el cerebro hablante. Por lo tanto es una unidad abstracta, no se ve ni se toca, pero puede ser representada a nivel fónico mediante el sonido lingüístico y al nivel gráfico mediante las letras o gráficas”. Vemos la importancia que tiene aprender los fonemas y poder representar a los mismos de forma escrita, dejando claro que si se logra este proceso el alumno podrá apropiarse fácilmente del código escrito.

En esta misma línea de pensamiento Salgado (2000, p.95) que el fin de la relación sonoro gráfica  “es lograr una inicial representación gráfica unívoca de cada uno de los fonemas reales de nuestra lengua”. Como vemos este autor hace una separación entre fonema y grafía, aunque deja claro que hay una relación muy estrecha entre ambos términos.

Las estrategias de aprendizaje son procedimientos que un aprendiz emplea de forma consciente, controlada e intencionada como instrumentos flexibles para aprender significativamente y solucionar problemas. En esta misma línea de pensamiento, La Secretaria de Estado de Educación (1999, p. 78) plantea que “es prioritario desarrollar una integración en cada una de las áreas para posibilitar la integridad del conocimiento y generar en los alumnos una visión de globalidad”.

Según Rioseco (1998, p.83), la lluvia de idea es “una estrategia de aprendizaje donde el grupo de una manera armónica y con respeto expresa su pensamiento”. Esta estrategia es muy favorable, pues el maestro lleva al alumno a relacionar contenidos nuevos con los que ya posee, lo que hace que éste active su sistema de búsqueda, de asociación, análisis y de reflexión, convirtiéndose así en el protagonista del proceso.

El uso de la pizarra es una estrategia  práctica y económica que se reutiliza sin la necesidad de gastos continuos, permite que el maestro exponga sus conceptos, con muy pocas limitaciones. Para su uso deben utilizarse letras bien cuidadas, con un tamaño favorable y que sean visualizadas por todo el auditorio. Al terminar debe quedar completamente limpia.

Torres (2009, p.74- 78,104) dice que “el material impreso (libros, revistas, periódicos, textos programados), es de vital importancia en el proceso enseñanza aprendizaje. Se utiliza para que las alumnas y los alumnos: mediten, verifiquen, amplíen y adquieran una visión más completa de la materia objeto de estudio; investiguen y se provean de fundamentos de discusión”.

El autor citado anteriormente dice que los carteles son láminas sueltas que contienen dibujos, gráficas y frases. Los mismos se utilizan para: propiciar una discusión reflexiva, despertar el interés por asuntos de diversa índole, estimular la capacidad creadora del alumno o alumna.

Dice además que las ilustraciones (fotografías, murales, grabados) son utilizadas para estimular el interés por el tema de estudio, propiciar la observación, interpretación y comentario del problema en cuestión y facilitar la comprensión de un hecho o fenómeno. También expresa que los materiales audiovisuales (televisión, películas, transparencias, filminas y videos) se utilizan para; acercar al estudiantado a la realidad, ilustrar un tema de estudio, proporcionar una visión sintética del tema, estimular y mantener el interés de las alumnas y alumnos.

Otro recurso que este autor propone es la lectura del paisaje social con base en imágenes y dice que es una lectura indirecta que permite relacionar el mundo social exterior con el mundo interior de las personas. A partir de una o varias imágenes, para que a través de ellas intercambien sus percepciones, análisis, interpretaciones múltiples y variadas de la realidad con miras a descubrir individual y conjuntamente respuestas y alternativas posibles que comprometan a las personas. Todos los recursos citados por este autor el equipo lo pondrá en práctica a la hora de intervenir en el proyecto, procurando que los alumnos puedan obtener aprendizajes significativos.

El MINERD (2014, p.37) dice que “el juego, como elemento primordial en las estrategias para facilitar el aprendizaje, se considera como un conjunto de actividades agradables, cortas, divertidas, con reglas que permiten el fortalecimiento de los valores: respeto, tolerancia grupal e intergrupal, responsabilidad, solidaridad, confianza en sí mismo, seguridad, amor al prójimo, fomenta el compañerismo para compartir ideas, conocimientos e inquietudes”. Además, nos dice que es una estrategia que favorece la integración del conocimiento y le permite a la niña y al niño irse apropiando, entre otras cosas, de “leer” el mundo que les rodea, aprender de sus propios límites para ser independientes, adecuar su comportamiento a las exigencias del mismo juego, avanzar en los procesos del pensamiento en relación con la acción, transformar la realidad desde la imaginación y crear un ambiente propio desde sus necesidades e intereses, canalizar su energía y curiosidad, ampliar sus competencias comunicativa, cognitiva y creativa y desarrollar el sentido de pertenencia a un grupo, a una familia, a aún comunidad. El equipo investigador implementará esta estrategia en el proyecto porque al igual que El Diseño Curricular considera que con el juego los alumnos pueden aprender de manera más dinámica, divertida e innovadora. Además, porque consideramos que con esta estrategia se logran aprendizajes significativos en las niñas y niños.

La rima es tratada como un recurso literario que consiste en la repetición de una secuencia de fonemas en la cual los alumnos de manera divertida pueden apropiarse de los mismos. Así mismo, Anaya (2002, p.978) define la rima como “la semejanza o igualdad de sonidos finales de versos, a partir de la última silaba acentuada. En el proyecto pondremos en práctica esta estrategia porque consideramos que esta ayuda a que los alumnos aprendan a establecer la relación sonoro gráfica.

Ferrés (1992, p.69) considera que “la versatilidad de la tecnología del video, las facilidades que ofrece para grabar en condiciones ambientales o de luminosidad precarias lo hacen especialmente indicado para el reportaje, para el documental, para la información testimonial”. El equipo corrobora lo dicho por el autor, puesto que el video se puede usar como estrategia, pero también como recurso, ya que se puede grabar a los alumnos y luego reproducirles lo que hicieron. Creemos que nos pueden servir a la hora de hacer la triangulación y las valoraciones.

La estrategia de indagación dialógica es muy importante porque lleva al alumno a la reflexión, en este sentido El Diseño Curricular (2013, p.37) dice que “mediante ésta se formulan preguntas a lo largo del proceso enseñanza y aprendizaje, al inicio para introducir un tema o motivar; durante el desarrollo para verificar comprensión por parte de estudiantes; al finalizar para evaluar. Al momento de formular la pregunta es importante tener clara la intención y relacionarla con los contenidos y con el interés de los y las estudiantes. El docente y la docente deben utilizar también la metodología de la pregunta y dar oportunidad, a los y las estudiantes de hacer las suyas, enseñándoles a construir y plantear buenos cuestionamientos que no se limiten a una sola respuesta, promoviendo una participación activa y una actitud crítica”.

Poggi (2004, p.33) citando a Mayo (1999) nos dice que “el trabajo en equipo es una mentalidad común, con sus normas y sus lógicas propias, cuyos integrantes se caracterizan por un fuerte sentimiento de pertenencia”. El equipo investigador está totalmente de acuerdo con lo planteado por la autora, pues el trabajo en equipo potencializa la pertenencia y la puesta en común de pasiones. Por tal razón en la implementación de los talleres pondremos esta estrategia en práctica.

El MINERD (2014, p.b39-40) propone diversas estrategias de evaluación entre las cuales se encuentran las siguientes:

Observación de un aprendizaje y/o registro anecdótico: son registros de situaciones, hechos, eventos en los que se desarrolló un proceso de aprendizaje.

Elaboración de mapas conceptuales: son organizadores gráficos, en los que se presentan conceptos relacionados y organizados jerárquicamente.

Portafolios: son la recopilación de trabajos, ejercicios relevantes, gráficas, imágenes que expresan de forma escrita y gráfica el proceso vivido por los y las estudiantes durante un período. Es muy importante registrar la reflexión que hace el estudiantado sobre su producción.

Diarios reflexivos de clase: son las experiencias, ideas, sentimientos, reflexiones experimentadas por el estudiantado y registradas de manera escrita y sistemática.

Debates: es una técnica de evaluación en la que se expresan opiniones encontradas sobre un tema; las ideas se sustentan en investigaciones, lecturas y experiencias.

Entrevistas: es un ejercicio de preguntas y respuestas sobre uno o varios temas.

Puestas en común: son las exposiciones sobre un tema en las que todos los y las participantes exponen sus ideas de forma oral sobre un tema, utilizando diferentes recursos y materiales como apoyo.

Intercambios orales: son diálogos en los que los y las estudiantes expresan sus ideas, e intercambian opiniones sobre uno o varios temas.
Ensayos: son la expresión escrita y organizada de las ideas y reflexiones que resultan de las investigaciones del estudiantado sobre uno o varios temas.

Resolución de problemas: es la búsqueda de la solución a un problema identificado y definido, y donde se toma en cuenta el procedimiento utilizado para la solución del mismo.
Casos para resolver: son pruebas situacionales reales, para ser analizadas y buscar diversas alternativas de solución.

El equipo investigador considera que estas estrategias de evaluación serán de gran utilidad en la implementación del proyecto, ya que las utilizaremos para evaluar, independientemente del tipo que sea; diagnóstica, formativa o sumativa.

El cuento ayuda a desarrollar la imaginación y la creatividad. En este sentido Bosch (2005, p.239) dice que “el cuento es un género antiquísimo que a través de los siglos ha tenido y mantenido el favor público. Su influencia en el desarrollo de la sensibilidad general puede ser muy grande”. Por tal razón hicimos uso del cuento, procurando mediante éste desarrollar la relación sonoro grafica en los implicados.

El taller es una estrategia muy utilizada en el mundo educacional, Concepción (2012 p. 221) lo definen como “una técnica didáctica que genera mucho dinamismo en los estudiantes, ya que todos tienen la oportunidad de participar”. Es muy cierto lo expresado por las maestras, pues con la estrategia del taller los estudiantes pueden aprender haciendo, y de esa forma construir su aprendizaje tal y como lo plantea el actual Diseño Curricular. En este sentido las actividades que en él se realicen serán muy diversas y podrán cambiar de taller a taller según las propuestas que el docente coordinador proponga.

En este mismo orden Concepción (2012, p. 224), plantea que mediante el taller “debe propiciarse el trabajo creativo en el aula, a través de ejercicios donde los estudiantes diseñen, organicen, sugieran, elaboren, resuelvan y produzcan nuevas ideas, utilizando sus habilidades y destrezas”. Lo que expresa la autora es muy cierto, porque la estrategia del taller permite descubrir conocimientos, afianzar aprendizajes, desarrollar habilidades intelectuales y motoras, fomentar el espíritu de cooperación, solidaridad, criticidad y capacidad de observación, intuición, razonamiento o análisis y síntesis.

Para Concepción (2012, p. 222), el taller debe organizarse de la siguiente manera: “La fase de planificación; en esta se intercambian opiniones, ideas y expectativas alrededor de una propuesta. En este momento surge el nombre del taller, se discuten los recursos que se han de utilizar, las tareas que se van a desarrollar, la distribución de roles y se elaboran las pautas que regularán el funcionamiento del taller”. La segunda fase es el desarrollo del taller; aquí los participantes interactúan entre ellos y con el material de trabajo del taller. En esta fase las tareas se reorganizan permanentemente a través de un proceso de evaluación continua que abarca todo el proceso.

La tercera fase es de evaluación final; se centra en los procesos y resultados de aprendizajes, abarcando todos los componentes que intervinieron en el proyecto. El rol del docente durante el taller es de coordinador, facilitador y optimizador de la comunicación y los aprendizajes de los alumnos. Esta estrategia metodológica conlleva la disposición de un tiempo y un espacio en el cual se favorezcan la comunicación espontánea entre los participantes, la creatividad participativa y la reflexión permanente. Lo importante en la dinámica del taller es el proceso y no el producto terminado.

El taller proporciona diferentes ventajas. Favorece el aprendizaje con los demás, fomenta la cooperación y el aprendizaje en la interacción con los adultos. Existe un enriquecimiento mutuo entre los distintos grupos que comparten los espacios de los talleres, debido a la gran variedad de modelos que se ofrecen. (Cuando un grupo realiza un mural. queda a la vista de los demás niños, estos a su vez sentirán curiosidad actuando como motivación en forma expansiva).

Favorecen y fomentan la autonomía del niño respecto al adulto. Hay que ayudar a crear un ambiente que favorezca el desarrollo de la autonomía, entendida ésta como la personal creación de unos valores para la vida en convivencia y en libertad.



METODOLOGIA EJEMPLO






En este segundo capítulo, se presenta la metodología de la investigación, se describen sus características, los propósitos y se justifica el modelo asumido, en este caso de Kemmis. Además, se explican técnicas e instrumentos utilizados en el proceso y se presenta el plan general de acción. También se hace una descripción de la población estudiada y se presenta la temporalización de las fases. El enfoque implementado en este proyecto de investigación es el cualitativo, porque se explora un fenómeno a profundidad y los significados se extraen de datos reales.


La investigación-acción, se puede considerar como un término genérico que hace referencia a una amplia gama de estrategias para mejorar el sistema educativo social. Diversos autores tienen conceptos diferentes de lo que es investigación-acción.

Elliott (1993), citado por Latorre (2003, p.23), define la investigación acción “como un estudio de una situación social con el fin de mejorar la calidad de la acción dentro de la misma. La entiende como una reflexión sobre las acciones humanas y las situaciones sociales vividas por el profesorado que tiene como objetivo ampliar la comprensión (diagnóstico) de los docentes de sus problemas prácticos. Las acciones van encaminadas a modificar la situación una vez que se logre una comprensión más profunda de los problemas”.

En esa misma línea de pensamiento Kemmis (1984) citado por la Latorre (2007, p.24) dice que “la investigación-acción no solo se constituye como ciencia práctica y moral, sino también como ciencia crítica”. Para este autor la investigación-acción es: “Una forma de indagación autorreflexiva realizada por quienes participan (profesores, alumnado, o dirección) en las situaciones sociales (incluyendo las educativas) para mejorar la racionalidad y la justicia de: sus propias prácticas sociales o educativas, su comprensión sobre las mismas, las situaciones e instituciones en que estas prácticas se realizan (aulas o escuelas, por ejemplo)”.

Bartolomé (1986) citado por Latorre (2003, p.24) plantea que “la investigación-acción, es un proceso reflexivo que vincula dinámicamente la investigación, la acción y la formación, realizada por profesionales de las Ciencias Sociales, acerca de su propia práctica”. Lomax (1990) citado por Latorre (2003, p.24) corrobora lo dicho por Bartolomé al decir que “la investigación-acción, es una intervención en la práctica profesional con la intención de ocasionar una mejora. La intervención se basa en la investigación debido a que implica una indagación disciplinada”. Los investigadores están de acuerdo con lo que los especialistas citados anteriormente plantean, pues creen que la investigación acción constituye un proceso de indagación y análisis de lo real en el que partiendo de los problemas de la propia práctica y desde la óptica de quienes lo viven, se procede a una reflexión y actúa sobre las situaciones problemáticas con objeto de mejorar la práctica pedagógica y la calidad educativa.

Kemmis y McTaggart (1988) citados por Latorre (2003, p.25) han descrito con amplitud las características de la investigación-acción. Las líneas que siguen son una síntesis de su exposición. Como rasgos más destacados de la investigación-acción reseñamos los siguientes:

Es participativa. Las personas trabajan con la intención de mejorar sus propias prácticas. La investigación sigue una espiral introspectiva: una espiral de ciclos de planificación, acción, observación y reflexión. Es colaborativa, se realiza en grupo por las personas implicadas. Crea comunidades autocríticas de personas que participan y colaboran en todas las fases del proceso de investigación.

Es un proceso sistemático de aprendizaje orientado a la praxis (acción críticamente informada y comprometida).Induce a teorizar sobre la práctica. Somete a prueba las prácticas, las ideas y las suposiciones. Implica registrar, recopilar, analizar nuestros propios juicios, reacciones e impresiones en torno a lo que ocurre; exige llevar un diario personal en el que se registran nuestras reflexiones.

Es un proceso político porque implica cambios que afectan a las personas. Realiza análisis críticos de las situaciones. Procede progresivamente a cambios más amplios. Empieza con pequeños ciclos de planificación, acción, observación y reflexión, avanzando hacia problemas de más envergadura. La inician pequeños grupos de colaboradores, expandiéndose gradualmente a un número mayor de personas.

Kemmis y McTaggart (1988) citados por Latorre (2003, p.26), resaltan la importancia de la investigación al decir que “los principales beneficios de la investigación acción, son la mejora de la práctica y la mejora en la que tiene lugar la práctica. La investigación acción se propone mejorar la educación a través del cambio y aprender a partir de las consecuencias de los cambios”. Además, continúan diciendo que la investigación-acción es un poderoso instrumento para reconstruir las prácticas y los discursos. Las principales metas de la investigación-acción son; mejorar y/o transformar la práctica social y/o educativa, a la vez que procurar una mejor comprensión de dicha práctica, articular de manera permanente la investigación, la acción y la formación, acercarse a la realidad: vinculando el cambio y el conocimiento y hacer protagonistas de la investigación al profesorado.

Bassey (1995) citado por Latorre (2003, p.28), señala que “la investigación acción pretende comprender e interpretar las prácticas sociales (indagación) para cambiarlos (acción) y para mejorarla (propósito)”. La técnica, la práctica y la crítica emancipadora son los tres tipos de la investigación-acción, que corresponden a tres visiones diferentes de la investigación-acción.

La investigación acción técnica: cuyo propósito sería hacer más eficaces las prácticas sociales, mediante la participación del profesorado en programas de trabajo diseñados por personas expertas o un equipo, en los que aparecen prefijados los propósitos del mismo y el desarrollo metodológico que hay que seguir. Este modelo de investigación acción se vincula a las investigaciones llevadas a cabo por sus iniciadores, Lewin, Corey y otros.

La investigación acción práctica: confiere un protagonismo activo y autónomo al profesorado, siendo este quien selecciona los problemas de la investigación y quien lleva el control del propio proyecto. Son procesos dirigidos a la realización de aquellos valores intrínsecos a la práctica educativa. Es la perspectiva que representa el trabajo de Stenhouse (1998) y de Elliott (1993).

La investigación acción crítica emancipadora: incorpora las ideas de la teoría crítica. se centra en la praxis educativa, intentando profundizar en la emancipación del profesorado, a la vez que trata de vincular su acción a las coordenadas sociales y contextuales en las que se desenvuelven, así como ampliar el cambio a otros ámbitos sociales, se esfuerza por cambiar las formas de trabajar.  Como proceso de cambio, la investigación acción pretende construir y formular alternativas de acción. La comprensión de la realidad educativa se orienta a mejorar las prácticas.


Para llevar a cabo nuestro proyecto de investigación en la Escuela Profesor Luciano Díaz, con los estudiantes de 1roA, fue necesario utilizar un modelo para poder efectuarla. Como equipo, tomamos el modelo de Kemmis, ya que las fases de éste se ajustan mejor a las necesidades  de nuestra investigación.

Latorre (2003, p.35) cita a Kemmis (1989) quien apoyándose en el modelo de Lewin, elabora un modelo para aplicarlo a la enseñanza. El proceso lo organiza sobre dos ejes: uno estratégico, constituido por la acción y la reflexión; y otro organizativo, constituido por la planificación y la observación.  Ambas dimensiones están en continua interacción, de manera que se establece una dinámica que contribuye a resolver los problemas y a comprender las prácticas que tienen lugar en la vida cotidiana de la escuela. El proceso está integrado por cuatro fases o momentos interrelacionadas: planificación, acción, observación y reflexión.

Figura 1. Fases de la investigación acción según Kemmis

Cada uno de los momentos implica una mirada retrospectiva, y una intención prospectiva que forman conjuntamente una espiral autorreflexiva de conocimientos y acción.

El modelo de Kemmis se representa en una espiral de ciclos, cada ciclo lo componen cuatro momentos. El desarrollo de un plan de acción críticamente informado para mejorar aquello que ya está ocurriendo. Un acuerdo para poner el plan en práctica. La observación de los efectos de la acción en el contexto en el que tiene lugar. La reflexión en torno a esos efectos como base para una nueva planificación, una acción críticamente informada a través de los ciclos sucesivos.

La planificación, va a servir de guía y será la base del proyecto. En la fase de acción se pondrá en práctica lo planificado.  La observación nos va a servir para determinar las fortalezas y debilidades de las estrategias implementadas. Por último en la fase de reflexión el equipo verificará lo que se logró, lo que se hizo y sabrá si pueden volver a implementar o no las estrategias utilizadas.

Consideramos que la recogida de información es muy importante en un proyecto de investigación acción. En esta misma línea de pensamiento Guzmán y Camacho (2004, p.180) dicen que las “las técnicas son más específicas que los métodos, y están relacionadas con las formas de presentar la materia de enseñanza, por lo que para lograr los objetivos en proyecto se deben emplear diferentes técnicas para hacerlo efectivo”. Por tal razón empleamos diferentes técnicas e instrumentos para la realización de este proyecto, las cuales describimos a continuación.

Latorre (2003, p.57, 58) habla de la importancia de la observación participante al decir que “es apropiada para el estudio de fenómenos que exigen que el investigador se implique y participe para obtener una comprensión de fenómenos en profundidad, como es el caso de los docentes investigadores”. La observación participante posibilita al investigador acercarse de una manera más intensa a las personas y comunidades estudiadas y a los problemas que les preocupa y permite conocer la realidad social que difícilmente se podría alcanzar mediante otras técnicas. Utilizamos esa técnica para determinar las debilidades que tienen los alumnos en la problemática a trabajar. Observando la forma de ellos expresarse y relacionar los sonidos con lo que deben escribir.

El equipo investigador cree que la observación participante resulta más apropiada cuando los objetivos de la investigación pretenden describir situaciones sociales, generar conocimiento, mejorar o transformar la realidad social tal y como es el caso nuestro. Al implementar esta técnica utilizamos como instrumento una libreta de apuntes en la cual registramos todo lo que observamos.

Otra técnica utilizada en la investigación fue la del grupo focal de la cual Boggino (2004 p.74) dice que “es semejante a una entrevista, con la excepción de que se trabaja con un grupo de docentes y no solamente con uno o una de ellos o ellas por entrevista”. Así mismo Barragan (2003, p. 158) dice que “es una técnica cualitativa de investigación que consiste en la realización de entrevistas a grupos de seis a doce personas en las cuales el moderador desarrolla de manera reflexiva un conjunto de temas que tiene que ver con el objetivo de estudio”. Los investigadores utilizamos esta  estrategia para determinar cuál problemática era la que más afecta al Centro Educativo. La misma fue realiza mediante una reunión donde participaron; las maestras de los dos primeros del centro, la coordinadora, la sub-directora, la psicóloga, la  tutora, la maestra guía y el equipo completo de pasantes. El instrumento utilizado fue la guía de preguntas.

Latorre (2003, p.58) expresa lo siguiente sobre las notas de campo “las notas de campo en la actualidad son uno de los registros más utilizados en la metodología cualitativa. Las notas de campo pueden ser de diferentes naturaleza; metodológica, descriptivas inferenciales, teóricas y reflexivo”. El equipo se apoyó en ésta  para determinar cuáles problemáticas afectan al centro educativo. La misma se aplicó por medio de entrevistas a las diferentes maestras y por las observaciones que realizamos en los diferentes grados.

Latorre (2003, p.80) y Boggino (2004, p.76) explican lo siguiente refiriéndose a la fotografía, “la fotografía es una técnica de obtención de información cada vez más popular en investigación-acción. En la  cual, se pueden insertar  grabaciones o videos”. Las fotos las hemos utilizado para captar los hechos y analizarlos con mayor fidelidad y evidenciar lo ocurrido, durante todo el proceso de la inserción en el Centro Educativo Profesor Luciano Díaz.

Utilizar estas técnicas ha sido de gran ayuda porque nos aportaron muchos datos para la selección de la problemática. Con las mismas se determinaron con mayor seguridad las debilidades que presentan los estudiantes en este centro educativo y permitieron realizar un análisis más íntegro sobre los distintos actores del proyecto. El instrumento utilizado para tomar las fotografías fue un teléfono inteligente (Samsung S6) el cual tiene una cámara de con densidad de pixeles que oscila entre los 576 y 577 PPP.

Las grabaciones de videos son muy utilices en las investigaciones, en este sentido Latorre (2003, p.81) dice que la cámara de video “se puede utilizar para gravar las clases (u otros entornos) enteras o en parte. Es aconsejable que un observador utilice el equipo mientras docentes y alumnos realizan sus tareas”. En esta investigación pusimos en práctica esta estrategia y gravamos con un celular (Samsung S6) los talleres, algunos en parte y otros completo, tal y como lo sugiere le autor citado.

Latorre (2003, p.76) expresa que el grupo de discusión “surge para llenar algunos vacíos de la entrevista individual o estructurada que no permite comentar, explicar y comparar las experiencias y puntos de vistas de los entrevistados. Es la naturaleza de la experiencia en grupo la que diferencia esta estrategia de investigación de otras técnicas de recogida de información”. Utilizamos esta técnica para saber a profundidad la problemática que más afectaba al centro educativo en el que estamos insertados. En esta técnica el instrumento utilizado fue la guía de preguntas.

Boggino (2004, p.74) nos dice que la entrevista “es una forma de recoger las opiniones, percepciones, ideas y sentimientos de otros sobre problemas, hechos y situaciones”. Esta técnica nos sirvió de mucho, pues con la misma logramos saber detalles personalizados de los implicados en el proyecto. El instrumento que utilizamos para implementar esta técnica fue la guía de preguntas.

El análisis de documentos fue el instrumento que nos ayudó saber que tanto sabían escribir los alumnos. En este sentido Latorre (2003, p.77) citando a Woods (1987) dice que “los documentos escritos se deben considerar como instrumentos cuasi observaciones”. Es muy cierto lo dicho por el autor citado, pues gracias a revisar los cuadernos de los alumnos pudimos notar sus deficiencias al momento de dividir en sílabas.